Sweet's eighteen.

Hace ya años que la conozco, y que ha llenado mi vida de color. Al principio, recuerdo que las circunstancias no eran muy buenas, pero con el tiempo, las palabras y las horas muertas en clase, fuimos forjando una gran amistad.Más que eso, se ha convertido en mi hermana, en parte de mi familia, hasta para mi madre es como una hija más. Algunos hoy dirían que no existen los amigos de verdad, pero yo con ella he comprobado que llorar sobre su hombro es mejor cura que muchas de las medicinas avanzadas de hoy en día, y también que cuando tengo un día gris, es capaz de soplarle a todas todas las nubes para que se vayan y así poder tener un buen día. Porque desde el primer hasta el último momento me ha demostrado que está ahí, para lo bueno, lo malo y hasta si es incluso peor. También hemos tenido juntas miles de ilusiones y de fantasías, o como los llamamos nosotras ''los fantas'' , como el enamorarse de famosos o simplemente el hacer el idiota en su casa una tarde, sabíamos como pasar el tiempo, y aún mejor, sabíamos como divertirnos juntas, y tengo que decir, que a día de hoy lo seguimos haciendo. Hoy mi niña cumple dieciocho años nada menos, y cada día que va pasando la quiero más, y me demuestra que ella no es como mi sombra, ella no me abandona por la noche, porque formamos uno. Siempre hemos formado un equipo, ya fuera para intentar presentarnos a un casting de fama, o para hablar de compartir un piso en el futuro (que incluya a un vecino fortachón para pedirle sal e.e). Todo estos son momentos, algunos de ellos tontos, que hoy en día me hacen sonreír. Porque hemos pasado de todo, días en la playa, días estudiando (o intentándolo), días bailando, o días persiguiendo sueños. ¿Sabéis que es lo mejor? Que lo hicimos juntas. Y quiero que siga siendo así, porque la quiero, me quiere y somos dos personajas de las buenas. Y es que yo en esta vida no necesito ni joyas ni dinero, porque ella es mi tesoro.